Por lo menos 150 personas fallecieron en la noche del pasado sábado en una estampida en plena celebración de Halloween en las estrechas calles de un barrio popular en Seúl. Una tragedia que causó impacto mundial.
En horas de la tarde del día sábado, miles de persona, jóvenes en su mayoría se reunieron en Itaewon, centro de la capital surcoreana, un sitio animado para realizar fiestas y callejones llenos de restaurantes y bares.
Alrededor de 100 mil personas acudieron al lugar para la celebración de Halloween, con gran entusiasmo por salir de fiesta luego de dos años de pandemia y restricciones en el país.
Un día de terror
De acuerdo con las personas que estuvieron presente en el lugar, se conoce que este año la celebración no tuvo control como se ha visto en años anteriores, donde la policía impedía que las personas entraran a las zonas más concurridas.
Desde las 5 de la tarde ya había demasiada gente en las calles, por lo que a medida que avanzaba la noche las personas aumentaban y algunas manifestaron sentirse inseguras por el exceso de personas en el lugar.
Alrededor de las 11 de la noche estaba claro que algo no iba bien, pues la multitud de gente era impresionante, a tal punto que comenzaron a empujarse, como una ola, por lo que muchos cayeron al suelo y otros salieron trepando por encima de la multitud.
Informes de las autoridades
Como sucede en una tragedia tan rápida, las noticias aparecieron poco a poco y se adueñaron de los titulares y las redes sociales.
Los primeros informes dados a conocer decían que por lo menos unas 50 personas habían sufrido de paros cardiacos, que es una causa común en aglomeraciones, pero la cantidad de cadáveres en las calles dejaban en claro que la tragedia era mucho mayor.
A las 02:30 hora local se informaron y confirmaron las primeras cifras de fallecidos, dijeron que eran 59 y otras 150 heridas.
Una hora después la cifra aumento a 120 muertos y 100 heridos, y a medida que avanzaba la noche las cifras superaron los 150 muertos.
Lo más increíble de todo esto es que horas después de la tragedia, la gente de la zona seguía de fiesta y con música en diversos bares y clubes. Se desconoce si las personas que estaban dentro de los locales eran conscientes y se enteraron de lo que estaba sucediendo a las afueras en las calles.
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