trastorno del sueño

La conexión entre trastornos del sueño y salud mental: tratamientos y consejos

La salud mental y la higiene del sueño son dos aspectos clave para nuestro bienestar diario, y se encuentran estrechamente relacionados. Una mala higiene del sueño puede desencadenar o derivar en problemas de salud mental como depresión o ansiedad, y a la vez estos pueden estar siendo la causa de ciertos trastornos del sueño. 

Desde el Instituto Europeo del Sueño, una institución que realiza tanto labores de atención médica como de investigación clínica de los trastornos de sueño, esta conexión ha sido ampliamente estudiada. Nos recuerdan la conexión complementaria que existe entre sueño y bienestar, porque al igual que sentirnos bien favorece dormir mejor, cuando disfrutamos de una noche de buen descanso el día se proyecta sin duda mucho más positivo, productivo y feliz.

Insomnio por ansiedad

La ansiedad y el estrés son uno de los primeros precipitantes de los problemas transitorios de sueño, y a la vez, el insomnio tiende a cronificarse más en aquellas personas con mayores niveles de ansiedad. Cuando el problema de sueño se ha instaurado tanto temporal como crónicamente, se produce un aumento de la ansiedad, generando mayor activación mental y corporal y con ello reduciendo las posibilidades de conciliar el sueño, entrando en un círculo vicioso. 

Los mecanismos que causan este efecto son un encadenamiento de respuestas biológicas a nivel neuronal y hormonal. Estos cambios implican alteraciones en la segregación de prolactina y serotonina (relacionadas con la regulación de ciclos de sueño y estados de ánimo) y alteraciones en la segregación de cortisol, que inhibe el sueño.

Insomnio por depresión

Los efectos que la depresión tienen sobre el sueño está bien documentados, siendo los trastornos del sueño uno de los síntomas más comunes de la depresión. Hasta el 70 % de las personas con depresión tienen algún tipo de trastorno del sueño. 

Estos trastornos pueden ser, por un lado, una excesiva dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido durante largos períodos de tiempo. Por otro lado, pueden manifestarse en la llamada somnolencia diurna excesiva, que hace que te sientas anormalmente somnoliento durante todo el día, incluso si has dormido lo suficiente.

Cuando la depresión es la causante de los trastornos del sueño, puede darse tanto de manera directa como indirecta. La situación de depresión puede derivar en sensaciones de estrés y ansiedad que nos hagan más difíciles conciliar el sueño. Pero de forma directa, la depresión provoca unos niveles más bajos de serotonina, una hormona que juega un papel importante en la calidad del sueño.

A su vez, una menor higiene del sueño puede agudizar los síntomas mentales de la depresión y también los síntomas físicos, como la fatiga. 

Tratamientos

Todos en algún momento de nuestra vida, nos enfrentamos de manera inevitable a ciertas situaciones que pueden causarnos altos niveles de estrés o ansiedad. A la hora de tratar los problemas de sueño, el objetivo es ajustar las emociones a la situación que las ha provocado. Si la situación que vivimos nos provoca estrés, y comienza a alterar nuestro sueño, es importante actuar sobre ella para evitar la cronificación de un problema de sueño.

Desde el Instituto Europeo del Sueño, se realizan tratamientos integrales para tratar los trastornos del sueño, contando profesionales de distintos ámbitos como la neurología y la psicología. Así, se establecen tratamientos para abordar los trastornos con distintas técnicas:

  • Con técnicas motoras como control estimular, autocontrol, habilidades sociales…
  • Con técnicas fisiológicas como técnicas de relajación o desactivación física.
  • Con técnicas de tipo cognitivo como parada de pensamiento, reestructuración cognitiva, intención paradójica, autoinstrucciones, solución de problemas…

A medida que aprendemos a gestionar las emociones disfrutar un sueño reparador es más seguro. Dormir de forma saludable depende del correcto equilibrio entre una serie de condiciones físicas, mentales y emocionales que permitan el descanso regenerador.